Iguazu


Iguazú y la mesopotamia

Los ríos Iguazú, Paraná y Uruguay encierran una porción de Argentina muy húmeda, cálida y llena de vida.

Al norte, en el límite con Brasil, las Cataratas del Iguazú cortan la selva subtropical con una potencia arrolladora. Esa selva estuvo poblada por grandes comunidades guaraníes hasta la llegada de los europeos.

Tras la conquista, la Compañía de Jesús se dedicó a cristianizar a estas comunidades mientras fundaba poderosos centros productivos. De ellos quedan varias ruinas, entre las que destacan las Ruinas de San Ignacio Miní. Los guaraníes se han integrado con los criollos, aunque aún subsisten pequeñas comunidades que se esfuerzan por mantener su estilo de vida tradicional.

La Provincia de Misiones es la principal productora de yerba mate en Argentina. Las plantaciones bordean las rutas sobre la tierra intensamente roja.

En Corrientes, los Esteros del Iberá guardan una de las mayores reservas de agua dulce del mundo. Ciervos, yacarés, garzas, carpinchos y una nutrida biodiversidad habitan esta zona casi virgen, paraíso de fotógrafos y avistadores de aves.

La Mesopotamia ofrece un contacto intenso con la naturaleza y la cultura local.

IMPERDIBLES DE LA REGIÓN


Cataratas del Iguazú

En el norte del país, en el límite con Paraguay y Brasil, el caudaloso río Iguazú corta la selva subtropical para dar luz a uno de los espectáculos naturales más imponentes del planeta – las Cataratas del Iguazú.

Descripto con palabras superlativas en todos los idiomas, en guaraní significa simplemente “Aguas Grandes” – y así son. Llamando a la calma observación y a la paz interna. Todo parece ocurrir un poco más lento en Iguazú.

Los parques nacionales lindantes albergan una extraordinaria flora y fauna subtropical que te envuelve con sus aromas y colores y te invita a explorar sus secretos.

Ruinas de San Ignacio Miní

La selva misionera estuvo poblada por grandes comunidades guaraníes hasta la llegada de los europeos. Acechados por bandoleros y cazadores de esclavos, encontraron una relativa seguridad en las misiones jesuitas que se empezaron a formar en Paraguay, el sur de Brasil y el Norte Argentino.

Cada misión era autosuficiente. Contaba con una iglesia imponente y un trazado urbano bien organizado. San Ignacio Mini llegó a albergar a más de 5.000 habitantes con una cuantiosa producción agro-ganadera y el desarrollo de oficios y artes

Cuando los Jesuitas fueron expulsados del territorio americano por orden del rey de España, la misión fue quemada y abandonada. La selva invadió los restos hasta su redescubrimiento en 1897.

San Ignacio Miní es un mudo testigo, pero sin hablar te cuenta de un suceso económico y sociocultural importantísimo en la historia Argentina.

Selva Misionera

La selva misionera es como un manto que te abriga. Es una infinidad de aromas y sonidos, plantas exóticas, animales e insectos. Es el agua transcurriendo eterna por el Río Iguazú y la lluvia bañándolo todo.

Es la observación e interpretación de los procesos naturales y descubrir el delicado equilibrio de una de las últimas selvas subtropicales aún intactas.

Es el último refugio para el furtivo Yaguareté, indiscutido rey de la selva y declarado Monumento Natural.

Esteros del Iberá

Los Esteros del Iberá resguardan una de las mayores reservas de biodiversidad del país, ubicada en el corazón de la Provincia de Corrientes. Un enorme laberinto de humedales, arroyos y riachos, lagunas y montes, canales e islas flotantes. Impenetrable, virgen, salvaje.

Hábitat para yacarés, ciervos de los pantanos, monos aulladores, carpinchos, tortugas, serpientes, lobitos de río, aguará guazú e infinidad de peces y aves. Un paraíso para recorrer en bote, a caballo o a pie.

Mitos y leyendas giran alrededor de los esteros y su nombre revela parte del secreto de su belleza. Las “aguas resplandecientes”, iberá en idioma guaraní, te atrapan y no te dejan escapar.

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Gastronomía


Tiene influencias de Paraguay y Brasil. Destacan los pescados, el chipá y el tereré!

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